En México, se abrió una casa de reposo para prostitutas ancianas, llamada “Casa de las bellas flores”. Todas las mujeres de este tipo que se hayan “jubilado” pueden ir allí para vivir con otras “colegas”. Lo mas curioso es que las viejas, a pesar de estar gordas y arrugadas, se siguen vistiendo y maquillando como cuando estaban jóvenes
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